sábado, junio 14, 2008

Ah! La soledad.

Qué sentimiento fuerte es este de la soledad. Realmente fuerte. No hay nadie cerca a mi. Ni una sola persona cercana a la cual dirigirme en momentos de depresión. Eso sí es duro. Más que el frió, más que el hambre, más que la sensación de no tener trabajo seguro, más que cualquier cosa, es saberse solo, totalmente solo. Bueno, ya irán apareciendo personas por el camino.
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Los laberintos - Reflexiones sobre la filosofía de la periferia por Alfonso Cabanzo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.