jueves, agosto 29, 2013

Por qué ir al paro...


Creo que cuando César Gaviria subió a la presidencia implementó, ciegamente, las doctrinas económicas que había escuchado en su universidad. Claro, fue un pésimo estudiante, un mediocre que pasó impunemente por su universidad –los Andes– de manera que de forma acrítica implementó dichas ideas. El siguiente gobierno, el de Samper, “le puso corazón a la apertura”, de manera que el proceso se frenó y alcanzaron a sobrevivir algunas industrias nacionales, no sin la correspondiente persecución política de la que fue objeto, debido a la presión de las multinacionales: cualquier restricción al tratado de comercio generaba pérdidas. Adicionalmente, Samper, irónicamente, combatió más el narcotráfico que cualquier gobierno anterior, lo que causó que se perdiera el colchón económico que mantenía vivo el comercio. Al subir Pastrana, quitó la protección a la industria nacional, y se quebraron empresas insignes. Esta crisis, lo recuerdo, causó la deserción de muchos estudiantes de la universidad, la pérdida de vivienda de muchos trabajadores y en general una desaceleración económica. Colombia no estaba preparada para dicha apertura. Aún recuerdo los edificios a medio hacer, los cientos de apartamentos desocupados, la gente desempleada subiéndose al bus cada cuadra a vender dulces.
Con la recuperación económica mundial Colombia se recuperó. Coincidió con la subida de Uribe a la presidencia, sí, pero los medios olvidaron decir que la recuperación fue jalonada por la economía mundial. Olvidaron decir que el crecimiento económico del país fue menos que el de Perú, Venezuela e incluso Bolivia. Uribe vendió el país, desfalcó las finanzas públicas y firmó un nuevo tratado de libre comercio para el cual, a diferencia de México o Chile, no estábamos preparados. Olvidó, en sus ocho años de gobierno, preparar al país para dicho proceso. En su lugar se dedicó a vender y vender toda la infraestructura productiva: las empresas, Acerías Paz del Rio, las minas… no vendió a sus hijos porque por ese par de bobos no dan un peso.
Cuando dejó el gobierno, presionado por las Cortes a quienes tacha de “amigas del terrorismo”, hubo una esperanza de cambio: Mockus. No es un secreto que la clase dirigente se unió en su contra, los medios lo pintaron como un imbécil, y finalmente, como cualquiera pudo ver revisando los formularios del preconteo de la Registraduría, le robaron las elecciones. Conté casi 1’500.000 votos fraudulentos a favor de Santos; con un margen de error del 50%, podrían haber sido sólo 750.000 o 2’250.000. Cualquiera de las dos opciones es simplemente inaceptable. la cuestión se enfrió, nadie dijo nada. Santos, como no, continuó las políticas de Gaviria, de Pastrana y de Uribe, de manera ilegítima. Continuó vendiendo el país y robando nuestro dinero para financiar lso paseos en helicóptero de sus hijos y las cenas de caridad de 
En suma, han sido veinte años de acciones del gobierno y sus dirigentes que han causado una situación como la actual. Y la causa mayor, la indiferencia de los afectados. En 1998 los industriales se quebraron: sus hijos se fueron del país, estudiaron en Universidades baratas, se conformaron con sueldos altos de asalariado. Los demás poco hicimos, salvo una que otra marcha para evitar la reforma a la salud, a la justicia y a la educación.
Los campesinos, sin embargo, protestan por algo más tangible: el hambre. Los jóvenes han dejado el campo, de manera que muchos son ya ancianos que luchan con sus manos gastadas para sacar algo de una tierra yerma que será comprado a mucho menor precio… no hay más opciones sino para o unirse a los narcos en el negocio de la muerte: guerrilla, paras, raspachines, traficantes. Han sido ellos y no la clase media acomodad (perezosa) la que ha tenido que salir para combatir el hambre, a parar el país. Y sólo se solucionará el problema si los tratados son re negociados…
Si este paro no se soluciona, el campo continuará en el proceso de violencia que nos desangra desde hace 50 años, y tendremos otros cien años como el pasado siglo XX: seguiremos siendo un país atrasado… esa es la razón por la cual salgo ahora al paro.  
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Los laberintos - Reflexiones sobre la filosofía de la periferia por Alfonso Cabanzo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.