Apenas leí esta noticia rememoré La lectura de un libro bastante viejo, de Bruno Lussato, escrito en 1981: “El desafío informático”. Allí describe para gente como yo –es decir, gente que a duras penas sabe encender el PC- las técnicas de control de gigantes como IBM. ¿Control de qué? Del negocio de las computadoras. Básicamente IBM hacía unas máquinas que sólo sabían manejar ellos, y, por supuesto, convencían a las empresas de necesitar semejantes máquinas. Los técnicos, que debían manejar lenguajes “de computadora” tan complejos como los Booleanos (sí, ese que se usa para buscar en las bases de datos de las bibliotecas universitatrias: “Sex AND Pamela AND Anderson OR Paris AND Hilton NOT Hotel)”), por supuesto sólo podían ser capacitados por IBM, de tal forma que esta empresita llegó a tener el control real de muchos negocios. Trataban de vender la idea de que sólo se necesitaba un supercomputador y varias terminales, y se encargaban de hacer el mantenimiento de las redes, etc. Esta idea se recoge en, por ejemplo, el enlatado “La mujer maravilla”, en dónde entran a una sala a buscar en una computadora cualquier dato, esta se demora una eternidad dándole vueltas a una cinta mientras prende y apaga infinidad de bombillos. Recuerden que sólo había una computadora en toda su oficina. La batalla la emprenden contra lo micro-computadores, que cabían en un escritorio, que cambiaban información con otros mediante un disco removible, y de los cuáles podían haber varios en una empresa, sin control central. Parece que perdió IBM, puesto que hoy en día, si entramos a una oficina de inteligencia como el FBI en USA o el DAS en Colombia, encontraremos miles de micro-computadores, usados por igual número de agentes para jugar igual número de jueguitos en lugar de estar trabajando.
Lo que no se sabe es por qué se perdió dicha batalla. En el fondo, aunque IBM convencía a las empresas de que tener un solo computador era más barato, el mantenimiento de las redes y la preparación de los “técnicos” la hacía extremadamente costosa. Pero además, hacia 1969 se inicia en MIT el desarrollo del proyecto “Multics”, con el patrocino de Bell y General Electric: la creación de una supercomputadora gigantesca que sirva para... ¿para qué más puede servir una computadora si no es para guardar datos? La máquina resultó tener un problema de bases: perturbaciones intrínsecas que limitaban su funcionamiento, como un insoportable ruido al trabajar. Imaginen en ruido de su PS de escritorio pero aumentado (en una progresión geométrica) de manera proporcional al tamaño del edificio. ¡Ni siquiera un Aeropuerto debe hacer tanto ruido! De ese proyecto salió (según lo que he podido leer en la Wikipedia, aunque no entiendo más de la mitad de los que dicen, el sistema operativo (el programita que sirve para que nosotros hablemos con la maquinita) que todos conocemos UNIX, que se sigue usando en los servidores y para bases de datos. También las tecnologías Multiusuario, Multitarea, Multiacceso, que, en mi opinión, no es más que un nombre para la siguiente idea: un computador que haga varias cosas a la vez, ordenadas por varios usuarios conectados al mismo computador por diferentes lados, y esa idea de que puedo quitar y poner sistemas de almacenamiento masivo sin necesidad de apagarlo (las famosas memorias USB. De hecho, hasta donde tengo entendido, los PC comunes y corrientes basados en Windows o DOS (que como la santísima trinidad, pero con dos, son lo mismo) son incapaces de hacer eso. Sólo lo simulan. Los que tienen dos procesadores son los que logran hacer varios procesos en paralelo (lo sé porque hago música, y quien hace música desea tener uno de esos, aunque no sepa cómo funcionan), pero todavía no logro entender cuál es el objeto de querer procesar datos cada vez más rápido.
Ese proyecto (el de MULTICS) fracasó y hubo un vuelco, ya no hacia la fabricación de supermáquinas, sino de micromáquinas. Y pasó lo que ya todos sabemos. Esto es, básicamente, lo que recordé del libro de Lussato.
Y entró en el escenario Internet, que por un lado permitió un intercambio de información más rápido, pero por otro significó el triunfo de la idea de control sobre cada uno de los micro-computadores, es decir, de sus usuarios. Es decir, ¡de nosotros! Basta con que miremos lo fácil que es obtener la dirección IP de los que consultan un Blog para darnos cuenta de lo vulnerables que somos (hace poco, con lo poco que sé, logré darme cuenta de que un Chino estaba husmeando mi PC). En el ministerio de hacienda tienen un registro de las transacciones económicas que hemos hecho con tarjeta, Google sabe qué consultamos diariamente, y ahora con la tecnología que permite hacer llamadas por Internet sabrán de qué hablamos. Pero si se logra hacer la supercomputadora y tenemos acceso a un computador central como tenemos acceso a un distribuidor central de gas o de agua, estaremos irremediablemente controlados hasta en los aspectos más insignificantes de nuestra vida. Sólo resta convertirse en un experto en informática para bloquear este tipo de actividades. Pero no todos estamos en capacidad de hacerlo. Tambien podemos contar con que este nuevo proyecto de Google fracase por las mismas razones que fracasó el proyecto Multics. O si no, la perspectiva que presenta Orwell en su libro 1984, de un Gran Hermano fisgoneando todo el tiempo se volverá cada vez más real. Ya hay cámaras en el supermercado, en los pasillos del servicio de transporte público, en los cajeros, en donde sea que vean una bolita oscura que nos recuerda las luces de las discotecas. No es por ser paranóico, pero recuerde, nos están observando.
4 comentarios:
Muy Bueno.
God Google...
es parte de mis fobias.
Gracias por toda la aclaración del asunto, ahora tienes una postura ante mis accidentados ojos. Mi interrogante venía detrás del discurso, pero me recontaste cosas que había olvidado...rara vez me llega una Semana, y la situación con Ecuador es otra cosa... no se le parece a ninguna, aún algo populista y sobornadora, mas no tengo voto ni tanto interés... lastimosamente de la política me gusta más escuchar las opiniones inteligentes de la gente, que son muy escasas, y las historias que son algo viejas... algo fundamentalista, tal vez... pero me alegra haberlo encontrado en esta aldea perfecta para el que puede ver sólo lo que quiere ver.
Creo que es dificil la idea de un supercomputador que guarde datos de otras personas. Es muy evidente lo que se quisiera lograr con ello (acceso a los datos personales de cada usuario). Estratégicamente mucho más interesante es sin duda lo que Google hace, implementar un único suercomputador sería mala PR.
Lo gracioso es al fin y al cabo que desde hace mucho tiempo se puede hablar de un gran hermano. Yo considero que Orwell realizaba ya entonces ua metáfora de los organizmos de control en la sociedad, estos organizmos son muy viejos, ahora solamente alcanzan las nuevas tecnologías. Una prueba más de que no hay libertad ni intimidad. Quizas en verdad nunca ha habido...
Si quisiera escribir algo de ciencia ficción me imaginaría microcomputadores cuánticos que son instalados en los cerebros, la recopilación de los datos que obtendrian (nuestros pensamientos) seria utilizada por parte de la think police para identificar los crímenes de pensamiento...
Esos sistemas compartidos, pueden ser vistos como un panóptico orwellesco, pero esa no es la única consecuencia. Fíjese en como el desarrollo colectivo de software y la construcción o compilación colectiva de conocimiento dan lugar a fenómenos como el software libre, que está incomodando BASTANTE a las entidades estilo Microsoft, ya que lo comercial está perdiendo terreno frente a lo comunitario. El otro caso es la todavía muy discutida Wikipedia, que aunque es un mecanismo en etapa de desarrollo, va bien...
Sí, nos observan 'Big Brother is watching us', definitivamente pero los alcances de la 'thought police' llegan hasta donde uno los deje.
Fresco.
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