viernes, noviembre 24, 2006

Por qué extraño a Garzón

Desde que tengo memoria recuerdo "Sábados Felices". Dejó de gustarme cuando empecé a ver "Perubólica", y los programas del sur se me hicieron espantosamente similares al humorístico nacional. De pronto me di cuenta de que las burlas a los gordos, a los enanos, a las mujeres, a los pastusos, a los homosexuales, a los negros, a los feos, no eran exclusivas de esos países "atrasados". Es decir, de pronto me dí cuenta de que nuestros programas eran similares porque éramos tan subdesarrollados como los peruanos, ecuatorianos y demás. Hoy, lastimosamente, confieso que somos aun más "subdesarrollados" que "ellos" (valga decir que están por encima de Colombia en el índice de desarrollo humano de la ONU). Pero hubo un momento de mi vida en que el humor cobró de nuevo sentido. Ya no se burlaban de los caídos en desgracia, de las minorías, sino de quienes eran, en mayor medida, responsables del lavado de cerebro que nos hace despiadados con nuestros iguales. Programas como "El Siguiente programa" mostraron que sí era posible burlarse de la Sociedad Cartagenera, mostrando lo decadentes que eran esos ridículos reinados, donde los señores de rimbombantes apellidos les tocan el culo a las señoritas con el beneplácito de Doña Tere y Raimundo, que luego terminaban casadas con algún teniente de fragata... Zoociedad reveló que era posible hacer un humor inteligente, revelando la estupidez de nuestros dirigentes y los dirigentes guerrilleros, esa que por generaciones se ha transmitido al pueblo gracias a programas como sábados felices.
El humor en este país ya no podrá ser el mismo... hace años no escucho, por ejemplo, chistes sobre homosexuales... quizás se deba a que llevo tres años sin TV. Pero igual, podemos hablar de un A.G y un D.G. en la comedia nacional (Antes de Garzón, Después de Garzón). Precisamente hace poco, con motivo de la conmemoración de un año más de la muerte de este politólogo ad honorem, recordé quizás uno de los últimos "chistes" de Sábados Felices: lo mostraban entre una jáula de leones mientras un narrador repetía que se había hecho justicia... Creo que en el otro canal estaban pasando Cuack, o Zoociedad, no recuerdo bien. El punto es que esta imagen reveló quién es el directo responsable: ese que gusta de burlarse de las minorías, de los oprimidos, de los débiles, ancianos y enfermos. Ese que no quiere que se burlen de los poderosos pues esa burla revela su debilidad. A Garzón no lo mataron por estar mediando entre guerrilla y familiares de secuestradores, ni por tener negocios raros, sino porque mediante el humor iniciaba una revolución perfectamente dirigida, hacia aquellos que deben en este momento estar asustados, pues saben que les llegará su hora, y la única arma que usaremos contra ellos será la lengua...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando la risa sea en nosotros una fuerza libre, como en el famoso libo de Eco.
J.

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Los laberintos - Reflexiones sobre la filosofía de la periferia por Alfonso Cabanzo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.