Estoy anonadado. Leí
"Nadie mató a Colmenares". El “periodista” afirma que la abogada de
Cárdenas no obtuvo el expediente reservado del fiscal: tenía una investigación
propia. Monsalve afirma que el fiscal miente en su acusación de la mamá de
Cárdenas, María del pilar Gómez, y Aide Acevedo. En la grabación se escucha
CLARAMENTE: "Lo que hay que esperar es que cierren esa vaina a ver si yo
puedo descansar de eso…” –dice Gómez–.
Acevedo responde: “Sí,
Pilita, sí, o sea yo no la tengo físicamente porque tú sabes que yo no la puedo
presentar físicamente porque eso hace parte de la carpeta de la investigación,
pero yo tengo el resumen, y yo tengo la persona que atestigua de esos
documentos”. En el libro de apología de Laura el “periodista” Monsalve escribe:
“Una de las
primeras misiones de estos [los defensores de Cárdenas antes de ser vinculado
al proceso] fue realizar una entrevista jurada a Laura Moreno. Esta entrevista,
hecha por el equipo de la abogada de Cárdenas, era la que se mencionaba en la
interceptación entre la abogada y la mamá de la joven”. Acevedo explicó que,
como esa, otras piezas eran el resultado de su investigación y no hubo robo del
expediente reservado, como lo sostenía el fiscal”. Bien, si eran documentos de
la defensa de Cárdenas Acevedo podría presentárselas sin problema a Gómez. No
se las presentó, por tanto, no eran documentos de la defensa de Cárdenas. O
eran de Cárdenas, o de la fiscalía. Como está claro que no son de Cárdenas, se
infiere que son de la fiscalía. Por eso ella dice: “yo no la puedo presentar
físicamente”. El periodista dice que Acevedo pasa peticiones formales para
cambiar el fiscal, no para entorpecer el proceso ni para cerrarlo. La grabación
muestra claramente que Acevedo afirma “el director de fiscalías me
LLAMÓ”. Gómez dice “cierro esa mierda en 8 días, de ser posible mañana mismo”.
Conclusión:
Monsalve MIENTE descaradamente en su libro. Afirma que la juez la juez Nury
Cervera evaluó “objetivamente las pruebas” y vio que las grabaciones “no
implicaban a Gómez y Acevedo en ningún fraude procesal, y las dejó libres (p.
145).
Por si fuera poco,
acabo de descubrir que la juez Nury Cervera, cuando era abogada en 1998, recibía
ELECTRODOMÉSTICOS SIN TASAR –acto ilegal– como parte de pago.
Se aprovechaba de la
necesidad de los imputados para estafarlos. Recibía por mucho menos de su valor
los objetos. Caía como un ave de rapiña. Esta juez no es de confiar. Si se
vende por un equipo de sonido cuando era una leguleya, ¿podría haber vendido su
exoneración de Acevedo y Gómez? ¿Habrán pagado los familiares del chico de los
Andes que se declara un “ganador” porque lo van a sacar, mediante tráfico de
influencias, de un proceso? Quizás ha cambiado en diez años de labor como
jueza.
Sin embargo, esta
jueza Cervera no analizó concluyentemente las pruebas contra Acevedo y Gómez, y
las dejó libres. El periodista Monsalve escribe un libro donde muestra
directamente las contradicciones del proceso, pensando seguramente que nadie lo
va a leer con atención. Por ejemplo, el cuerpo de Colmenares aparece con “una posición
de avance”, con su pierna izquierda flexionada hacia adelante. El fiscal y el
abogado Lombana afirman que dicha posición fue producto de un confinamiento en
un lugar pequeño. El periodista, y los defensores de Moreno y Quintero, afirman
que posiblemente “la víctima trataba de avanzar o levantarse cuando quedó
inconsciente” (p. 81). Luego, en la página 132, el “periodista” trata de demostrar
que el golpe que se dio Colmenares cuando cayó fue tal que quedó inconsciente
en el acto, y por tanto se ahogó: “… el severo impacto en el lado derecho de la
frente dejó a Colmenares inconsciente, o sin posibilidad de reaccionar” (p.
132). Afirma que la fractura mencionada “tiene forma ovalada y no lineal” no
porque haya sido hecha con un objeto redondo, como una botella, sino porque al
ser en el ojo toma esa forma. Para desvirtuar, cita forenses y una que otra
parte de los informes técnicos. Para probar sus afirmaciones, no cita nada en
absoluto. Esto es contradictorio, lo que desvirtúa la hipótesis de inocencia de
los implicados. Este periodista miente y se contradice. La jueza miente para
sacar a quienes obstaculizan el proceso. Pirry, casi un retrasado mental, saca
un especial, pagado, para limpiar la imagen de las acusadas. Si Laura y Jessy
son inocentes, todas estas acciones lo que hacen es condenarlas más y más ante
la opinión pública. Que asco de juristas.
1 comentario:
También he leído el libro, como actividad obligada dentro del proceso de investigación del caso, y he encontrado profundas inconsistencias, pero más allá de eso, encontré un lenguaje tendencioso, en el que trata de mostrar al fiscal González como un hombre mediocre, carente de sentido común y de un mínimo decoro humano, mientras que los abogados de la defensa son mostrados como hombres probos y de gran ingenio (pasando por alto sus antecedentes y públicos señalamientos). El título claramente nos indica cuál es la posición del periodista, pero lo llamativo es pensar que en poco tiempo (con acceso a los expedientes judiciales) logró lo que la justicia no ha podido hacer: aclarar la muerte del joven Luis Andrés Colmenares. La fecha de la publicación tampoco es arbitraria ni fue elegida al azar. Eso es claro, como lo ha sido desde el comienzo que muchos intereses, mezquindades, dinero, perversiones y vanidades personales se han cruzado en el proceso, enturbiándolo, con el fin de evitar la acción de la justicia. No me atrevería a afirmar que Monsalve o Pirry fueron pagados, no tengo acceso a sus cuentas bancarias, ni pruebas para afirmarlo categóricamente, pero si resulta llamativo; más si se considera que la productora del programa de Pirry es la asesora en medios de Jaime Granados; que una de las estrategias de la defensa es lanzar una ofensiva mediática a su favor, ganarse la voluntad de periodistas y lograr el favorecimiento de los medios de comunicación. Hay tres cosas claras: Fue asesinado, hay encubrimiento y los estudiantes investigados no están diciendo la verdad.
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