domingo, febrero 12, 2006

Las guerras del Opio, o de la relatividad entre lo bueno y lo malo



Como veo que mucha gente no recuerda la historia acerca de por qué Gran Bretaña fue hasta hace poco la dueña de Hong Kong, pues la voy a contar, (aunque la pueden encontrar, eso sí, con un dejo eurocentrista, en la Encarta 2006).

Resulta que Europa, comparada con la India y China, y en general con los Imperios orientales como el Persa, el de Alejandro Magno (sí, oriental), el Otomano, etc., siempre fue un peladero salvaje e incivilizado (quizás hasta el siglo XVIII, por eso según Edward Said le tienen un pavor innato a los árabes), fue importadora del conocimiento y la tecnología oriental. Primero la filosofía de los egipcios, el alfabeto fenicio, la mitología mesopotámica, luego el conocimiento griego que salvaron los árabes y entró a Europa gracias a la escuela de traducción de Toledo, la seda, la pólvora, la brújula, y ya andan diciendo que fueron los chinos quienes circunnavegaron la tierra ya en 1423 y le dieron sus mapas a los genoveses...

La revolución industrial, si bien fue importante en sus comienzos, nunca llegó a cambiar la balanza comercial a favor de los países industrializados aun en el siglo XIX. China, con una tasa de natalidad mucho mayor que la de la hambrienta Europa, tenía mucha mano de obra barata que bajaba los costos de producción de las telas y otras cosas, más que la naciente industria británica y francesa. Si no me creen, recuerden la era del ‘mal gusto chino’, en la cual los ingleses fabricaban ‘cajas’ con esmaltes baratos y latón ordinario, esperando así que sus ciudadanos dejaran de comprar los costosos adornos hechos (debido a lo costos de la importación) con laca oriental. Las Compañías de Indias europeas comenzaron a tener cierto poder en los países asiáticos gracias a, primero, el capital prestado amablemente por los indígenas americanos (y esperamos que algún día nos lo devuelvan), el desarrollo de las tecnologías importadas, como la pólvora y la brújula, fundamentales para el comercio, y el siempre efectivo espíritu cristiano, hegemónico. Fue así como en poco tiempo los ingleses, los ganadores de las guerras entre todas estas Compañías, lograron hacerse con un poder fuerte en la India (hacia 1760). Cuando el Imperio Británico se apropió de la Compañía, a mediados del siglo XIX, ya eran los dueños de los cultivos de Opio en toda esta región, y por tanto, como los narcotraficantes en Colombia, los dueños de la India. Pero China seguía siendo la piedra en el zapato: los misioneros cristianos no podían entrar, los diplomáticos de habla inglesa no eran muy bien tratados, y podían ser juzgados, al igual que los comerciantes de dicha nacionalidad, por las autoridades locales. Decidieron entonces tomar sus cultivos de opio e iniciar una exportación en masa, desde la India hasta China. Al poco tiempo la situación era grave para el gobierno; recuerden que occidente siempre ha sido bueno para hacer que los demás consuman lo que produce cuando se lo propone. Los chinos declararon ilegal el comercio de opio y ahí fue Troya: en 1839 destruyeron un cargamento ilegal en Cantón, y los ingleses iniciaron la guerra. Hubo varias, y al final perdieron Hong Kong y llegó a China el cristianismo.

Así pues, pienso que como latino americanos deberíamos seguir el ejemplo europeo e iniciar una guerra con USA para que se eliminen las trabas comerciales para tan excelente negocio: por un lado, el agro colombiano se beneficiaría: los campesinos volverían a sus tierras seguros de tener un producto que sería comprado masivamente. Ya no deberíamos preocuparnos por sembrar yuca y papa, como no nos preocuparemos por sembrar maíz, algodón, arroz e incluso café, ya que todos estos productos podremos importarlos a precios aun más bajos gracias al TLC. Por otro lado, la industria nacional se desarrollaría: tendríamos grandes laboratorios farmacéuticos, estilo Roche, Schering o Abbot dedicados a la producción de la cocaina, lo cual haría que más gente se dedicara a estudiar química en la Universidad Nacional de Colombia. El único problema es que los ‘traquetos’ o ‘dealers’, pasarían de ser una clase social repudiada y perseguida a una clase socialmente aceptada, y los distinguidos empresarios colombianos que antes tapaban el origen del capital para sus negocios limpios pasarían a revelar que ellos fueron los ‘precursores’. Así, las modelos operadas ya no serían criticadas por casarse con paisas ordinarios que luego desaparecen a manos de los agentes de la Dea (no piensen que me refiero a Natalia París, jamás), el grupo Grajales dejaría de estar la Lista Clinton o en cualquiera otra (porque dejarían de existir), la empresa importadora de Pedro Juan Moreno estaría libre de cualquier duda e investigación, Alvaro Uribe tendría que confesar que recibe $100’000.000 producto de una empresaria decente que sin embargo trata de hacer ‘presión’ para favorecer sus legítimos interesas, y los policías y militares, gringos o de aquí, de nuevo serían tan pobres como los de cualquier país del mundo.

Y si ganamos esta ‘guera por las drogas’ hasta podríamos quedarnos con Miami, esa ciudad costera que tanto le gusta a la farándula nacional.

6 comentarios:

ana dijo...

La historia no es simplemente una historia lineal, las historias se han mezclado como los grupos; los colonizadores con los indígenas, los blancos con los negros, incluso los musulmanes con los cristianos..., no se solucione todo con devolver cosas (mientras tanto ¿quiénes han quedado como verdaderos dueños?) ni con una guerra.

alcabanzo dijo...

Estoy de acuerdo con Ana... la solución no es devolver las cosas, pero ayudaría... El punto de mi escrito es justamente que las cosas son relativas, dependen de quién las mire y de cómo se miren...

BIG WOLF dijo...

ALCABANZO POR AQUI DE VISITA....
GRACIAS POR LA TUYA A MI PRIMER BLOG
PASATE POR EL DE HOY
www.elportaldel2006.blogspot.com
ABRAZO
RAFA

BIG WOLF dijo...

QUE BUENO SERIA PODERME SENTAR CON VOS A CONVERSAR SOBRE ESTO...
RAFA

SiempreBuena dijo...

estoy sentada escuchándote

cavernadeltoposauro dijo...

Alcabanzo...

El problema es de rentabilidad y mientras este problema no se resuelva, empresarios echados para delante en el terreno legal o ilegal siempre buscaran ganacia en el margen de utilidad...

topamos...

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