viernes, mayo 26, 2006

Sí se puede: no más guerra

Cuando era pequeño, mi madre, miembro del Magisterio, me llevó a una manifestación en pro de los derechos de los maestros. Estaba muy pequeño, así que sólo recuerdo las filas ordenadas, las pancartas (aunque no recuerdo qué decían), y el hecho de que hacían hasta lo imposible para que nadie iniciara una pelea que causara la reacción de la fuerza pública. Casi veinte años después volví a estar en una marcha así de multitudinaria, el domingo pasado, apoyando al candidato de oposición. Esto me trajo infinidad de recuerdos, que espero no se vuelvan a repetir.
Estudié en un colegio oficial, y tuve como compañeros a los hijos de Luis Carlos Galán, un político liberal que parecía ser la esperanza del país. Murió asesinado, ahora lo sabemos, por el matrimonio entre políticos y narcotraficantes, concubinato que es más común hoy en día que en esa época. Posteriormente, cuando su aparente sucesor ideológico subió al poder, se inició un proceso de paz con una guerrilla, el M-19.
Simultáneamente ingresaron al colegio jóvenes que habían vivido en el extranjero, con padres separados o fallecidos. Reservados, taciturnos, aun misteriosos (incluso tuve uno como vecino, pero rara vez me habló), fui al cumpleaños de uno de ellos, y en algún momento de la noche apareció el candidato a la presidencia, Navarro, el sucesor de Pizarro, ex dirigente del M-19 asesinado hacía poco.
Al entrar a la universidad conocí también a jóvenes huérfanos, de cuyos padres preferían no hablar. Por la misma época descubrí que mis ex compañeros tenían nombres cambiados –de ahí sus raros y sonoros apellidos-, porque eran hijos de ex guerrilleros ‘duros’ que habían sido asesinados luego de hacer la paz, o amenazados junto con su familia; por eso su residencia obligada en el extranjero. Los padres de mis compañeros universitarios fueron también asesinados. Justamente cuando la violencia por los carteles de la droga se había recrudecido, resulté estar rodeado de muertos por causas ajenas a esta guerra: muertos políticos, cadáveres que seguían andando entre nosotros gracias a una idea que parece cobrar más fuerza hoy en día, momento en el cual la violencia se intensifica y los soldados caminan entre nosotros, armados como ángeles del Apocalipsis aun cuando se presenten como ángeles guardianes: las armas no son el camino.
En uno de los primeros pueblos donde triunfó un movimiento político de desmovilizados, alrededor de 1988, una tarde de domingo llegaron unos hombres montados en el platón de una camioneta. Las madres paseaban con sus hijos por la plaza central, había campesinos vendiendo sus productos, jóvenes buscando pareja, un domingo normal en una plaza normal. En algún momento estos hombres descargaron ráfagas de metralla indiscriminadamente sobre todos los que estaban allí. ¿Por qué nadie sabe hoy sobre estos hechos? ¿Por qué no se conmemora un día especial por las personas muertas? Los noticieros solo mencionan esporádicamente los muertos de Segovia, y las condenas a militares -que se reducen a ser expulsados del ejército por “no tomar las precauciones del caso” para ayudar a la población durante estos hechos-, mientras mujeres semi desnudas se dedican a contar las buenas noticias sobre lo hermosa que es Cartagena.
Muere un personaje conocido de la oposición, y su asesinato es disfrazado como un accidente. (Pocos saben que justo al lado de donde “cayó” queda la base de Carabineros, ¿cómo no lo encontraron ellos?). Hay una aparente seguridad, pero siguen muriendo miembros de partidos de izquierda. Ni hablar de cómo la extrema izquierda -armada- ha colaborado amablemente con este exterminio de los pacifistas.
No queremos ver, estamos ciegos, o enceguecidos, o quizás deslumbrados por las luces con las que en los estudios de TV se ilumina al politiquero de turno. Es posible, la historia nos lo ha enseñado dolorosamente, que el candidato de izquierda sufra un atentado, y que las elecciones próximas se realicen siguiendo las mismas prácticas clientelitas de los caciques de siempre: con compra de votos y fraude.
Cuando pienso en todo esto pienso en los conocidos que sufrieron directamente hechos similares: mis condiscípulos sin padres, amenazados, olvidados, mimetizados renunciando a su propia identidad, quienes regresaron pensando que las cosas cambiarían, aun cuando vemos que no ha sido así. Los problemas siguen siendo otros: la droga, el mundial, llevar mercado por las carreteras... pero seguimos ignorando el elemental hecho de que la gran mayoría del país sigue muriendo, ya de hambre, ya de forma violenta. Seguimos ignorando que quienes se han atrevido a soñar un país diferente, sin guerra, sin conflicto, sin hambre, han sido asesinados. Los medios se abstienen de mostrar las imágenes que ilustran la gran aceptación del candidato de izquierda –si, de coalición, no un caudillo-, y circulan por nuestros correos amenazas para aquellos que lleven la camiseta amarilla, señal inequívoca de nuestro apoyo a un país sin el 50% de pobres, de nuestro rechazo a economías que afecten nuestros intereses, de nuestro rechazo a la manipulación de los medios y el maquillaje de las cifras, de nuestro rechazo a, ya sea un terrorismo de Estado, o a una indiferencia de Estado, que viene a ser lo mismo, de nuestro rechazo a la idea de que la gente de izquierda debe irse a las montañas de Colombia para no morir asesinado, de nuestro rechazo a la violencia, de nuestro rechazo al fin de la esperanza. El domingo pasado la plaza de Bolívar, la plaza central de la capital de mi país, tembló ante el grito de “sí se puede”. Sí se puede ser de izquierda y empuñar sólo votos; sí se puede superar el miedo; si se puede superar el odio; sí se puede superar el pensamiento colonial que nos agobia; sí se puede recordar a los colombianos masacrados; sí podemos aun soñar con un país mejor. Sí se puede y lo lograremos. Como dice un colega: ganaremos, ya sea en dos días, en cuatro años, en diez o en cincuenta, pero ganaremos, porque las armas jamás podrán acabar con las ideas, sobre todo si son buenas, ideas buenas.

7 comentarios:

luis dijo...

Que buen post! Pues eso, si se puede!

luis dijo...

Leí lo de abajo, terrible. Quede chocado, me parece muy mal que esas actitudes retrogradas sigan tan latentes en Colombia, parece como si McCarthy hablara desde la tumba. Vaya a otros Blogs y
haga pública está vaina, muestrele a los uribistas lo que en verdad estan defendiendo.

cavernadeltoposauro dijo...

Alcabanzo...

Si se puede y lo vamos a demostrar el domingo...

Topamos...

::Caro:: dijo...

Gracias por tu visita... y tampoco soy una maquinitan dejando mensajes... o tal vez.....No... ja,ja,ja

Debo decir que este post me encanto, es triste, pero esperanzador, vivimos en un país que ha presenciado actos de violencia como ningún otro, hemos crecido rodeados de muertos de indiferencia, de lagrimas y dolor, en un país cuyos gobiernos permiten las amenazas y masacres como forma de política, donde quien opine diferente al “régimen”, debe desaparecer… y es que acaso conocemos a los responsables del asesinato los miembros de la Union Patriótica, a cientos de lideres sindicales y academicos que han sido silenciados.. No, pero si conocemos a los responsables del aumento de la pobreza del desplazamiento y acaso a la mayoria le interesa? No.. porque como tu mismo lo dices los medios se han encargado de mostrarnos otra “realidad”.. pero no importa que hagan,.. que quieran hacernos creer, las ideas permanecen sobre el tiempo…. Y si algo he aprendido es que las Utopias son posibles y a este pais ya le llegara su momento….

Un super saludo

Gabriel dijo...

Su Blog es muy bueno, en vacaciones me dedicare a leer mas, por ahora solo lei el ultimo post y sere sincero, apoyo la causa de ua latinoamerica libre y justa. He pasado por algunos paises de Latinoamerica y visto la realidad profunda y el sufrimiento de personas que considero hermanos, llego la hora de despertar, de no tener miedo y de buscar los medios para hacerse sentir. Somos muchos los que tenemos ideas similares, solo falta unirse y gritar co una sola voz. He preguntado a mucha gente ¿quien cree que ganara las elecciones? y casi todas me icen que Uribe, sin embargo ninguna de esas personas va a votar por Uribe, lo que me hace pensar de que Uribe logro vencer en popularidad y sicologicamente, pero ganara en verdad las elecciones... hasta pronto y que bien que le parescan lindas mis amigas, algu dia se las presento.

Sun Dancer dijo...

Efectivo el método para hacerse leer! (lo intentaré algún día..jajaja

Desahogo total!! a veces faltan personas como tú que evidencien la verdadera naturaleza de las sombras de la caverna..

Un abrazo,

(te estaré leyendo..

Fernando 45 dijo...

definitivamente continuo diciendo que hoy es un dia triste pra mi pais, dios nos cuidara y el pueblo algo tendra que aprender

exelente post, estoy completamente de acuerdo
PD: que paila eso de las amenazas nunca lo crei posible.

un saludo

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Los laberintos - Reflexiones sobre la filosofía de la periferia por Alfonso Cabanzo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.