domingo, julio 29, 2007

La asimetría entre paramilitarismo e insurgencia

Bueno, empieza otra semana más. Y el tema de moda es, cómo no, el de las definiciones. Y ello debido al enfrentamiento entre Uribe y la Corte Suprema de Justicia por el estatus jurídico de los Paramilitares. La Corte Suprema de Justicia acaba de negar la etiqueta de “sediciosos” a los paramilitares. La respuesta del presidente es: "si se le reconoce sedición a la guerrilla, se le debe reconocer sedición con los mismos elementos al paramilitarismo. Si se le niega la sedición al paramilitarismo, se le debe negar la sedición a la guerrilla por las mismas razones". Es decir, Uribe está diciendo que tanto guerrilleros como autodefensas son grupos equivalentes, armados en armas.

El presidente de Colombia (Sí, ese país de apasionados, pero no de pensadores) muestra aquí su lógica magistral: los paramilitares matan gente, trafican con droga, secuestran y desaparecen población civil, atacan a los militares; los guerrilleros matan gente, trafican con droga, secuestran, atacan a los militares. Por lo tanto, los paramilitares son guerrilleros. Y, por supuesto, Mancuso y sus amigos deben pensar con esta misma racionalidad criolla. Llamemos a este argumento, el “olvido de las diferencias”. Es exactamente el mismo razonamiento escondido en esta deducción tipicamente colombiana: todos los hombres nacen, crecen, se reproducen (cometen delitos) y mueren; todas las mujeres nacen, crecen, se reproducen (cometen delitos) y mueren. Por tanto, todos los hombres son mujeres. Ah, Miguel Antonio Caro estará orgulloso de esta inteligencia magistral que nos lleva a equiparar lo incompatible, pues él igualaba las ideas de la Ilustración con dogmas satánicos. Sí, este filólogo que ¡jamás terminó el bachillerato!

Pero no, los paramilitares no pueden ser guerrilleros. Independientemente de lo que Caracol, RCN, El Tiempo, Julio Sánchez Cristo, Natalia París y la oficina de prensa del Palacio de Nariño digan, no es lo mismo ser de las autodefensas o criminal político. Por lo menos en el aspecto de la sedición y los delitos políticos. La ley colombiana define la sedición como aquella conducta que ataca el orden constitucional y legal vigente. La guerrilla busca acabar con el Estado; para ello utilizan formas de lucha armada. Así que no queda otro camino que acusarla de sedición, aunque cometan otro tipo de delitos. Generalmente los sediciosos afirman que el Estado es antidemocrático, y por ello merece ser cambiado por otro.

Los paramilitares, por el contrario, desean ayudar al Estado, protegerlo, luchar contra el demonio del comunismo, como diría El Profe, aquél paramilitar que descuartiza a sus víctimas con el mismo brazo en donde tiene tatuada la imagen de la Virgen del Carmen. Basta consultar alguna entrevista Light hecha a Carlos Castaño o Mancuso, para darse cuenta de que se ven a si mismos como colaboradores del Estado. Por tanto, no son sediciosos. El problema radica en que Uribe trata de hacer que los delitos comunes, tales como el concierto para delinquir o el asesinato de civiles, sean tratados como políticos. Cosa absurda. Tan absurda como considerar que los secuestros, las masacres, el asesinato de jóvenes pobres y mal educados que debido a su falta de opciones han tenido que entrar a la policía no son delitos de lesa humanidad.

Lo que la mayoría de los grupos de autodefensa son, lo ha expresado la Corte Constitucional con claridad, así como por qué no pueden catalogarse como sediciosos:

El fin que persigue la delincuencia común organizada, particularmente a través de la violencia narcoterrorista, es el de colocar en situación de indefensión a la sociedad civil, bajo la amenaza de padecer males irreparables, si se opone a sus proditorios designios. La acción delictiva de la criminalidad común no se dirige contra el Estado como tal, ni contra el sistema político vigente, buscando sustituirlo por otro distinto, ni persigue finalidades altruistas, sino que se dirige contra los asociados, que se constituyen así en víctimas indiscriminadas de esa delincuencia. [Sentencia C-171/93.]

4 comentarios:

J.Sorel dijo...

Bueno, si lo dicen los medios debe ser cierto, y si no ¿para qué llevarle la contraria a Uribe? ¿No ve que él es nuestra luz en medio de la tormenta?

Pato Correa dijo...

Hola Alcabanzo:

Tremendo tema sobre todo para Colombia, ojalá algún día ese hermoso país se pacifique sin EEUU como guardían de la libertad.
Primera vez por aquí, espero seguir visitandote, mira te invito a ver mi blog donde publique una reflexión en torno el evento bloggero del cual tu participaste con tu voto.

saludos

Anónimo dijo...

Colombia parace no pensar, somos un país folklorico. Si hablas con intelectuales miran más allá. No me gusta juzgar a nadie pero mi Sr. Presidente no debe intervenir en este asunto y más con los antecedentes que él tiene.

Un abrazo cálido!

Anónimo dijo...

Gracias a Dios que somos mas del 80% de Colombianos que pensamos que vamos por un buen camino, junto a un Estado que ha demostrado ser capaz de enfrentar esa amenaza terrorista comunista e izquierda.

Esa minoria guerrillera que se dedica a desporticar del Gobierno deberia irse a vivir a Venezuela, cuna del terrorismo.

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