Veamos la refutación.
Miere fíjamente la siguiente imagen:

¿Ve los números 45, 29, 6 y 8? ¿Sí? Pues no es daltónico. ¿No los ve? Pues es daltónico. De hecho, yo no veo sino a duras penas el 29, y borroso. No podría decir qué colores no veo bien, pero, de resto, todo lo veo perfectamente normal. me enteré de mi daltonismo como tres años después de que mi oftalmólogo, un griego con apellido que sonaba como "Estafilococus Falciformun", me hiciera cada año el control. Aun cuando en las clases hablabamos de este argumento y de lo sólido que sería. Cuando, muchos años después, le pregunté a este griego para qué era ese exámen, me dijo "para determinar su grado de la enfermedad". Igual, seguí ignorándo qué era exáctamente lo que me pasaba hasta cuando en una revista, creo que SoHo, salieron las mismas bolitas y todo el mundo veía que decía algo ahí adentro... todos menos yo. Así pues, queda rechazado el argumento filosófico mencionado, puesto que siempre encontraremos criterios para determinar si alguien no posee la percepción adecuada a un objeto. Todo lo demás, es carreta...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario